
La economía del cliente esta segura
Hace algunos meses una noticia en torno a los videojuegos sonó de manera fuerte en México, ya que se tenía la propuesta de dar un impuesto del 8% a ciertos productos que se pudieran considerar como violentos, mercado que en el país es abundante, ya que los usuarios con la solvencia económica suficiente son quienes los consumen. La ley ya había sido aprobada por algunas cámaras gubernamentales, pero parece que el enfoque ha cambiado esta mañana del 23 de diciembre.
El gobierno decidió dar marcha atrás al ya mencionado impuesto que pretendía gravar a los videojuegos relacionados con la violencia. La presidenta Claudia Sheinbaum confirmó que la medida no se aplicará, luego de concluir que existen serias dificultades para definir con claridad qué títulos podrían considerarse violentos dentro de un marco fiscal.
Sheinbaum explicó que, desde el inicio, había solicitado que este gravamen no se incluyera en la Ley de Ingresos, aunque finalmente fue aprobado. No obstante, tras un análisis más profundo, el gobierno determinó que mantener el impuesto resultaría inviable por la falta de criterios objetivos y uniformes para su correcta aplicación.
No hubo argumentos claros
Uno de los principales cuestionamientos planteados fue quién tendría la responsabilidad de evaluar el contenido de los videojuegos y bajo qué reglas se determinaría el nivel de violencia necesario para que un producto estuviera sujeto al cobro. Esta ambigüedad abría la puerta a interpretaciones discrecionales y posibles inconsistencias en su aplicación.
Ante este panorama, la administración federal optó por no cobrar el impuesto, con el objetivo de evitar confusiones legales, posibles injusticias y conflictos tanto para los consumidores como para la industria del videojuego. La decisión busca mantener claridad en las reglas fiscales y evitar cargas adicionales en un sector en constante crecimiento.
Con esto aclarado, de momento dicha ley queda descartada para aplicarse en un futuro. Al menos hasta que alguien del gobierno quiera encontrar la forma de cumplir con los lineamentos de qué puede considerarse como un título violento.
Vía: AN























