Una purga que tenía objetivos
YouTube volvió a crear polémica tras revelarse que, entre enero y septiembre de 2025, eliminó más de 12 millones de canales como parte de su estrategia de moderación apoyada en inteligencia artificial. La plataforma, encabezada por su CEO Neal Mohan, sostiene que el sistema funciona correctamente, pero la magnitud de las cifras encendió el debate y generó una fuerte reacción entre quienes dependen de la monetización para subsistir.
Los datos oficiales muestran un incremento drástico en las eliminaciones a lo largo del año: 2.9 millones de canales fueron borrados entre enero y marzo, 2.1 millones entre abril y junio, y un salto alarmante de 7.4 millones entre julio y septiembre. En redes sociales, numerosos creadores denunciaron pérdidas repentinas de sus ingresos y acusaron al sistema automatizado de cometer errores graves. Casos como el del animador Nani Josh, quien perdió un canal con más de 650 mil suscriptores por una supuesta infracción de spam, se convirtieron en símbolo del descontento generalizado.
Creadores legítimos sufrieron por esta medida
La polémica se intensificó desde julio, cuando YouTube endureció sus políticas de monetización relacionadas con el uso de IA. Desde el 15 de julio de 2025, los videos considerados producidos en masa o repetitivos mediante inteligencia artificial dejaron de generar ingresos publicitarios. Aunque la plataforma lanzó herramientas como Edit with AI para facilitar la creación de Shorts, muchos creadores señalaron la contradicción entre promover la IA y castigar su uso cuando no existe una clara intervención humana.
A esto se suma la obligación de etiquetar cualquier contenido generado o alterado con inteligencia artificial, bajo la amenaza de advertencias automáticas o la pérdida de monetización. Mientras YouTube argumenta que estas medidas ayudan a combatir estafas y redes de spam, especialmente aquellas que operan con múltiples canales desde una sola cuenta, la percepción entre los creadores es otra: que la moderación automática actúa sin matices, dejando a muchos sin voz, sin ingresos y sin una vía clara para apelar decisiones que consideran injustas.
Vía: VD
