Si hay simuladores de parques de diversiones, ciudades, zoológicos y hasta de la industria de los juegos, ¡que no hicieran uno dedicado al negocio del porno!
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El cineasta alemán mostró de manera peculiar su descontento luego de percatarse que su más reciente proyecto en Kickstarter podría no alcanzar su meta.
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Después de dos meses de campaña en IndieGoGo, la secuela de Shaq-Fu que llega más de 20 años después del juego original, ha sido satisfactoriamente financiada por un margen muy pequeño de lo que requería. El juego pedía $450,000 dólares para convertirse en una realidad, y después del cierre de su campaña el día de ayer logró recaudar $473,884 dólares.
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Después de más de dos décadas del lanzamiento del original Shaq Fu (1994), y seguido de varios rumores sobre una posible secuela, el ex-jugador de basquetbol Shaquille Oneal comenzó una campaña en IndieGoGo para poder financiar un nuevo título basado en su exagerada imagen.
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James Blaha acaba de abrir un sitio para recaudar fondos para su siguiente proyecto de realidad aumentada, Diplopia, el cual está diseñado para tratar varios problemas relacionados con la vista, a través de las técnicas visuales que están programando para el juego. Blaha explicó que lo utilizará para ayudar a combatir el estrabismo, pues un 4% de los niños lo padecen.
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Ayer por la noche todos los sitios de noticias sobre videojuegos brindaron especial atención a la nota “Tim Schafer y Double fine piden donativos a los fans para la realización de su siguiente juego”. De inmediato, la opinión de la prensa se dividió: hay quienes apoyan (apoyamos) enteramente la causa y destacan los beneficios de la propuesta, otros cuestionan la ética (really?) del estudio desarrollador. La audiencia estira hacia los extremos opuestos su opinión: unos buscan rupias debajo de las piedras por aportar un poquito y tener la grata satisfacción de ayudar a sus ídolos, mientras que otros hierven en rabia amordazados e imaginariamente escupen el arma que les apunta entre los ojos (también imaginaria): “primero muerto que dar mi dinero (muy posiblemente también imaginario) al crowfunding”.
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